la sinrazón de este rincón...

bien...no es facil llegar a esta altura de la jornada con ganas de sentarse a escribir...pavadas... el caso es que, en caso de dejar pasar la ocasión, temo perder el impulso que motorizó la apertura de un espacio ad hoc con un indescifrable fin...escribir sinrazones debe tener una razón??? vaya, no es el caso del dia de hoy ... buscar una respuesta inteligente ¡ a esta altura ! es mucho pedir... pero... una vez definida la idea: escribir, sin un fin predeterminado, para nadie, o , en realidad, escribir para descargar en letras tantos cabos sueltos que se desgranan a lo largo de las jornadas, en momentos de silencio o de mucho barullo, de descanso o de actividad, sosegados o muy tensionados...escribir para mí, para hilvanar esos pensamientos que dejo flotando sin terminar de enhebrar, los que quedan a la espera de un momento oportuno, ideas que podré tejer para armar un pequeño cuadro...que disfrutaré al poner en el marco de este espacio, luego de haberlo leído por completo. bueno, esa es una buena razón...al menos para mí.-

el vaso medio lleno...

luego de medio siglo de vida- con la experiencia que ello supone- estoy en condiciones de afirmar que aquello de ver el vaso "medio lleno" trae como resultado, invariablemente, que efectivamente las cosas resultan con un sesgo positivo, lo que lleva a la conclusión que ..."medio lleno" es más que "medio vacio"...
esta verdad de perogrullo no la vemos todos de la misma manera, ni tenemos siempre la misma visión, cambian las cosas según cada uno... pero vale tener en cuenta que la postura íntima de ver las cosas desde un perfil positivo hace que las cuestiones sean acometidas con una posición de ventaja ya que el optimismo y la predisposición son un elemento a favor en cada ocasión.

Un dia cualquiera...

aqui estoy...llegando
jornadas de incesante actividad,con reclamos persistentes de atención para cada persona,
sentimientos de insatisfacción por no tener la respuesta esperada por cada uno,
tensiones que no merman hasta el final de la jornada, que llega con un profundo silencio que parece acechar,
hasta la mañana siguiente... en que la jornada vuelve a empezar.